martes, 1 de noviembre de 2011

Día tras día la naturaleza, a través de fenomenos naturales como las lluvias, el nacimiento y muerte de hombres y mujeres, de plantas y animales, el calor, los movimientos de tierra, el frío, el canto de los pájaros, los ríos, los días y las noches, los vientos, las olas del mar, nos demuestra que no estamos solos en la Tierra y que todos los seres que la habitamos debemos compartirla sin agredirnos y respetarnos mutuamente.


La historia nos dice que hombres y mujeres hemos hecho muchos esfuerzos por convivir armónicamente con la naturaleza, pero también nos dice, que no siempre ha sido así, y que más de una vez los diferentes fenomenos naturales y los seres humanos a través de sus actividades- se han agredido y han roto el equilibrio del planeta, provocando graves daños al entorno, a las personas y a sus bienes, lo que generalmente se denomina como desastre.


Un desastre se produce cuando se dan estas tres condiciones al mismo tiempo: 
 Si se produce un l
fenomeno natural, o un fenomeno causado por el ser humano cerca de zonas pobladas.
 Si la gente vive en lugares peligrosos, como por ejemplo cerca de un volcan activo, en laderas con peligro de deslizamientos, o cerca de ríos que pueden desbordarse. 
 Si, además, el fenómeno natural debido a ciertas actividades humanas provoca muchos daños, particularmente en aquellos lugares en donde no se ha tomado ninguna medida preventiva.

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