Explosión nuclear.
En 2010 se produjeron cinco "grandes catástrofes naturales", la máxima categoría según los criterios de la ONU, que en total causaron la muerte de más de 225.000 personas y pérdidas por valor de casi 600.000 millones de dólares, según un informe publicado este lunes por la alemana Munich Re, la mayor empresa reaseguradora del mundo.
Esas cinco grandes catástrofes fueron los terremotos de Haití (12 de enero), Chile (27 de febrero) y el centro de China (13 de abril), la ola de calor en Rusia (de julio a septiembre) y las inundaciones en Pakistán (de julio a septiembre), que concentraron la mayor parte de las víctimas mortales que se produjeron durante el año por desastres (unas 295.000) y algo menos de la mitad de las pérdidas económicas totales (130.000 millones de dólares).
"El panorama general del año pasado estuvo dominado por una acumulación de graves terremotos de un alcance raramente experimentado en décadas recientes. El alto número de catástrofes naturales de carácter meteorológico y las temperaturas récord alcanzadas tanto a nivel mundial como en diferentes regiones ofrecen más señales del avance del cambio climático", destaca el estudio.
EL SEGUNDO AÑO CON MÁS DESASTRES DESDE 1980
En total se registraron 950 desastres naturales, y nueve de cada diez estuvieron relacionados con fenómenos meteorológicos como tormentas e inundaciones. Esta cifra convierte 2010 en el segundo año en el que se han producido más catástrofes naturales desde 1980 y es bastante más alta que la media anual de los últimos diez años (785).
Solo el terremoto de Haití --de 7 grados en la escala de Richter--, uno de los más devastadores de los últimos cien años, se cobró la vida de más de 220.000 personas, superado en este aspecto solamente por el que ocurrió en 1976 en Tangshan (China), que dejó unos 242.000 fallecidos. Las pérdidas alcanzaron los 8.000 millones de dólares.
Cuando, un mes más tarde, se produjo el seísmo de Chile, de 8,8 grados --el quinto más fuerte que se ha medido nunca--, murieron 520 personas. Ésta fue la catástrofe natural que le salió más cara al sector de las empresas de seguros, ya que las pérdidas alcanzaron los 30.000 millones de dólares y las pérdidas aseguradas 8.000 millones.
Durante el verano, las inundaciones provocadas por las intensas lluvias del monzón tuvieron consecuencias devastadoras en Pakistán. Durante varias semanas, hasta una cuarta parte del país estuvo inundada, y un gran número de personas perdieron todas sus posesiones. Los fallecidos ascendieron a 1.760, y las pérdidas, a 9.500 millones de dólares, una suma extremadamente alta para la economía paquistaní.
También en el verano, la ola de calor experimentada en Rusia y en países vecinos hizo que en muchos lugares, Moscú incluido, la temperatura estuviera por encima de los 30 grados centígrados durante dos meses, además de favorecer los graves incendios forestales que se produjeron.
El calor y la contaminación del aire se cobraron la vida de al menos 56.000 personas en el que se ha convertido en el desastre natural que más muertes ha causado en la historia de Rusia.
Esas cinco grandes catástrofes fueron los terremotos de Haití (12 de enero), Chile (27 de febrero) y el centro de China (13 de abril), la ola de calor en Rusia (de julio a septiembre) y las inundaciones en Pakistán (de julio a septiembre), que concentraron la mayor parte de las víctimas mortales que se produjeron durante el año por desastres (unas 295.000) y algo menos de la mitad de las pérdidas económicas totales (130.000 millones de dólares).
"El panorama general del año pasado estuvo dominado por una acumulación de graves terremotos de un alcance raramente experimentado en décadas recientes. El alto número de catástrofes naturales de carácter meteorológico y las temperaturas récord alcanzadas tanto a nivel mundial como en diferentes regiones ofrecen más señales del avance del cambio climático", destaca el estudio.
EL SEGUNDO AÑO CON MÁS DESASTRES DESDE 1980
En total se registraron 950 desastres naturales, y nueve de cada diez estuvieron relacionados con fenómenos meteorológicos como tormentas e inundaciones. Esta cifra convierte 2010 en el segundo año en el que se han producido más catástrofes naturales desde 1980 y es bastante más alta que la media anual de los últimos diez años (785).
Solo el terremoto de Haití --de 7 grados en la escala de Richter--, uno de los más devastadores de los últimos cien años, se cobró la vida de más de 220.000 personas, superado en este aspecto solamente por el que ocurrió en 1976 en Tangshan (China), que dejó unos 242.000 fallecidos. Las pérdidas alcanzaron los 8.000 millones de dólares.
Cuando, un mes más tarde, se produjo el seísmo de Chile, de 8,8 grados --el quinto más fuerte que se ha medido nunca--, murieron 520 personas. Ésta fue la catástrofe natural que le salió más cara al sector de las empresas de seguros, ya que las pérdidas alcanzaron los 30.000 millones de dólares y las pérdidas aseguradas 8.000 millones.
Durante el verano, las inundaciones provocadas por las intensas lluvias del monzón tuvieron consecuencias devastadoras en Pakistán. Durante varias semanas, hasta una cuarta parte del país estuvo inundada, y un gran número de personas perdieron todas sus posesiones. Los fallecidos ascendieron a 1.760, y las pérdidas, a 9.500 millones de dólares, una suma extremadamente alta para la economía paquistaní.
También en el verano, la ola de calor experimentada en Rusia y en países vecinos hizo que en muchos lugares, Moscú incluido, la temperatura estuviera por encima de los 30 grados centígrados durante dos meses, además de favorecer los graves incendios forestales que se produjeron.
El calor y la contaminación del aire se cobraron la vida de al menos 56.000 personas en el que se ha convertido en el desastre natural que más muertes ha causado en la historia de Rusia.
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